Cumplir y hacer cumplir la ley

“Juro cumplir y hacer cumplir en lo que de mí dependa la Constitución y las leyes. Si así no lo hiciera  Dios y/o la Patria me lo demanden”.

Este es el juramento que al  asumir sus cargos hacen gobernantes y legisladores. Insisto, juran cumplir y hacer cumplir en lo que de ellos dependa la Constitución y las leyes. Este recuerdo viene a cuento para  no olvidar lo que sucede con la Defensoría del Pueblo.

Por  ley  al menos tres senadores y  catorce diputados, número que solo puede reunir el oficialismo gobernante, deben proponer un nombre para que se reúna la Asamblea Legislativa y lo consagre.  Los legisladores desde noviembre del 2004 no cumplen con la ley y además han reconocido de hecho a Toranzo, el defensor trucho. En este lapso, los  presidentes de las cámaras de Diputados y de Senadores nada hicieron para que sus presididos cumplan con la ley. Simultáneamente, los vice gobernadores,  Blanca Pereira y Jorge Pellegrini, no citaron la  Asamblea porque no hay propuestas hechas por los legisladores. Pero tampoco hacen cumplir la ley, tal como supieron jurar en su momento.

La justicia no actúa como puede y debe porque el Ejecutivo les metió miedo a muchos con juicios políticos, cesantías, renuncias anticipadas y ataques periodísticos.  Algo así reconoció años atrás  el Superior Tribunal de Justicia  en una  acordada en la que dijo de  la dependencia de los jueces con respecto al gobierno

Y está el Gobernador de la Provincia quien tampoco en estos cuatro años se ocupó por hacer cumplir con la ley. Y  es quien más responsabilidad tiene porque además de ser la máxima autoridad provincial es  el jefe político  indiscutido de la alianza política gobernante. Si  el jefe no ordena, los legisladores no hacen. No tienen ni  coraje, ni capacidad, ni vocación democrática para legislar. Tienen terror a  tomar iniciativas que lo enojen y así quedar afuera de futuras repartijas de cargos

Finalmente Toranzo renunció. Y su renuncia pasa de Pellegrini a Vallejos como brasa caliente. ¿La aceptan? ¿La rechazan? ¿Desde ahora? Puede ser, pero ¿cómo explicar los años anteriores, los sueldos que le pagaron y los informes que le recibieron?

Saben lo que hay que hacer, pero no se animan sin orden. Saben que están frente a una tonta demostración de fuerza de la familia Rodríguez Saá para que se recuerde quién y cuándo decide. Y que las leyes son papel que sirven para otras cosas.

Terminó el año legislativo y todo sigue igual. Quizás, en algún momento designarán defensor del pueblo. Será tan inútil y obsecuente como los últimos, para que se descrea de la institución y de la misma democracia. Y manipulación informativa mediante, tratarán de tapar la inacción de estos cuatro años.

Los sanluiseños despertaremos alguna vez de esta maldita pesadilla de una democracia tiránica. Será cuando hagamos realidad el juramento que éstos dieron en algún momento y en nombre de la patria y de las generaciones futuras le demandemos esta persistente y flagrante violación a nuestras leyes.

San Luis. Diciembre 22 de 2008.