El Gobernador de San Luis, Alberto José Rodríguez Saá envió un mensaje por la red telefónica que se usó para dar aviso de lugares y fechas de vacunación y enviar los certificados correspondientes. Mensaje que llegó a la gran mayoría de los ciudadanos en condiciones de votar el próximo domingo 12.
Esa red es oficial del Estado Provincial y se sostiene con los recursos provenientes de nuestros impuestos y la coparticipación nacional. No es una red del gobierno, sino que es del Estado, de todos los sanluiseños, que el gobierno debe administrar conforme la legislación y la ética en el manejo de la cosa pública.
Esa red está al servicio de la política provincial de salud, no para la política partidaria de los integrantes del gobierno.
Lo hecho por el gobernador es malversación de fondos públicos, maniobra que está tipificada como un delito. No es la primera vez que este gobernador y los anteriores de la misma fuerza política, hacen esto. Hay muchos ejemplos.
Algunas denuncias, años atrás, fueron resueltas bastante después de la elección y sobreseídas mediante argucias interpretativas, que solo muestran el temor de culpar al culpable con poder.
Esta maniobra telefónica es pues, una DESVERGOZADA manifestación de autoritarismo, de usar los recursos públicos en beneficio de candidatos partidarios, ejecutada con el desparpajo propio de quien se sabe impune porque los que pueden y deben actuar son sus vasallos o temen perder sus cargos.
Entrando en más detalles, hay que decir, que el texto expresa claramente su personalismo, al decir que votando a estas personas, “me votás a mí”. Manifestando que esas personas son candidatos, porque él lo quiso así y que harán lo que él disponga. Se lo vota a él, no al partido, no a una ideología. Estos candidatos, de ser elegidos, lo representan a él, no al pueblo sanluiseño como marca la constitución. Son sus candidatos porque le son obedientes. ¿Tendrán la autonomía, el coraje para apartarse de sus órdenes y actuar en el marco de la ley y las instituciones republicanas?
Alberto José Rodríguez Saá actúa, tal como se ha dicho muchas veces, como un señor feudal y los candidatos como siervos. En pleno siglo XXI, en plena república, se nos infiltra un rasgo de la Edad Media.
Estamos frente a un delito flagrante que, en derecho penal, es la forma de referirse al delito que se está ejecutando actualmente o en ese preciso instante.
Esta maniobra es un fraude pre electoral. ¿Habrá oitros el domiengo?
¿Habrá alguien en la justicia que actúe de oficio? Porque con seguridad que a muchos de sus integrantes les llegó este mensaje. ¿Alguien del derecho que se anime a denunciar?
¿Algún abogado se anima a representarme en una denuncia así?
SAN LUIS. Setiembre 7 de 2021.
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