LA TONADA COMO PATRIMONIO INTANGIBLE DE LA HUMANIDAD

De la UNESCO y los Patrimonios de la Humanidad

UNESCO es la sigla que identifica a la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura, según su nombre en inglés.

Entre los muchos programas que desarrolla está el de Patrimonio de la Humanidad o Patrimonio Mundial, mediante el cual declara Monumentos Naturales o Patrimonio de la Humanidad a lugares geográficos, edificaciones humanas, paisajes; con el objeto de darlos a conocer y colaborar en su cuidado y recuperación si así es necesario. Como ejemplo cabe recordar lo hecho cuando la construcción de la Represa de Asuán (Egipto) dejaría sumergida al templo de Abu Simbel, con más de 2.000 años de existencia. Ese templo, con recursos de UNESCO, fue cortado en trozos cuidadosamente identificados y rearmado exactamente igual en otro lugar, a salvo de esa represa, tal como se lo visita y admira hoy en día.

Esto es así para el patrimonio físico, material. El patrimonio cultural de los pueblos no está conformado tan solo por monumentos, colecciones de museos, bibliotecas y filmes. Comprende también, y quizás por sobre todo, las tradiciones o expresiones vivas que nos vienen de antaño, heredadas de nuestros antepasados y que son transmitidas en forma oral o por la práctica persistente.

Patrimonio Cultural Inmaterial o Intangible de la Humanidad

Por ello es que ya en este siglo XXI, la UNESCO incorporó a sus programas el concepto de Patrimonio Cultural Inmaterial o Intangible de la Humanidad, el que está definido como el conjunto de creaciones basadas en la tradición de una comunidad. Entre las muchas formas de este patrimonio inmaterial encontramos literatura, idiomas, música, danzas, juegos y deportes, gastronomía, prácticas religiosas, rituales, mitologías, leyendas, saberes acerca del universo, etc. La importancia del patrimonio cultural inmaterial no estriba en la manifestación cultural en sí, sino en el cúmulo de conocimientos y técnicas que se transmiten de generación en generación.  Lo que es válido para cualquier grupo social humano o importancia socio económica de los países.

El Patrimonio Inmaterial es considerado como un repositorio de la diversidad cultural y la expresión creativa, el que está seriamente amenazado por las fuerzas de la globalización, la licuación de los valores, la rapidez de los cambios sociales, la intolerancia y la discriminación, etc.

La UNESCO al elegir estos patrimonios inmateriales, procura identificarlos, documentarlos, difundirlos, protegerlos, promoverlos, revitalizarlos.

Conocer el patrimonio cultural intangible o inmaterial de los pueblos permite el diálogo entre ellos y sus culturas, el respeto hacia todas las sociedades humanas y por consiguiente afianzar la paz entre los hombres.

Ya son cientos los hechos culturales que han logrado ser incorporados al Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad en el mundo, poco más de cien en nuestra América Latina, pero tan solo dos en Argentina: el tango y el fileteado. Recientemente en ocasión de celebrarse la Fiesta Nacional de Chamamé, nos enteramos que la provincia de Corrientes está gestionando que el chamamé sea incorporado a este Patrimonio.

¿Y nuestra tonada?

La tonada, esta canción tan característica de la región de Cuyo, es una expresión musical casi única en virtud a sus características de ser sólo música que exige virtuosismo interpretativo, con canto sin baile, con riqueza poética, que le canta al amor, la amistad, la vida, la historia.

Tiene sus raíces en la música de árabes y españoles, más ritmos de nuestros pueblos originarios. Un rasgo distintivo de nuestra tonada es el cogollo, una dedicatoria mayormente en cuartetas que se agrega al final de la canción, siempre dedicada a alguien, con respeto, humor o picardía.  El cogollo es un agregado estrictamente regional cuyano.  No se conoce algo así en otras expresiones musicales.

Éstas y otras características poético – musicales hacen de la tonada algo especial, único en nuestra patria.

La tonada es intimista, amable, amiguera, permite escuchar y dialogar. Se transmite con orgullo y pasión de generación en generación y resiste con calidad musical las críticas y los ataques, propios de una sociedad que, por imperio del consumismo, vive acelerada y ruidosamente.

La tonada es himno y estandarte de Cuyo, es patrimonio cultural inmaterial de San Luis, Mendoza y San Juan. 

Merece ser reconocida como Patrimonio Intangible de la Humanidad.

¿Para qué nos sirve?

¿De qué nos sirve buscar y lograr que la tonada cuyana sea declarada Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad?

Desde lo inmaterial, se logrará el reconocimiento internacional a nuestra forma musical, lo que vendrá de la mano de la promoción, la difusión, el estudio, la protección si es necesario de este canto nuestro.

En lo material, al identificarse una región, nuestro Cuyo, con un Patrimonio de la Humanidad, se aviva la curiosidad, las ansias de saber y conocer de la mano del turismo, con más posibilidades de trabajo para nuestros poetas y músicos y todo lo que ello conlleva.

Por sobre todo, saber que esto que nos vino de lejos, que se enriqueció en América y se radicó en nuestro Cuyo, vence la indiferencia y las ataques que suele sufrir, con la riqueza de su historia, de sus letras y acordes, diciendo sin agresión alguna, tan solo: ¡Esta es nuestra tonada, la que nunca morirá!

Cómo lograrlo

La cuyanía en pleno debe unirse para conocer los requisitos que se exigen UNESCO para este reconocimiento. Unidad cuyana en armonía, fraternidad y solidaridad a las que nuestras tonadas invitan siempre. Con participación de nuestros músicos, poetas y cantores, más las instituciones culturales y por cierto con la necesaria participación de los gobiernos provinciales.  No es tarea para alcanzar laureles personales, sino un categórico objetivo cultural regional.

Lograrlo no es fácil, ni rápido. Tengo la certeza que nuestra tonada, tiene los elementos necesarios para alcanzar el objetivo. Se requiere ahora el convencimiento y el esfuerzo de muchos, para concretarlo.

Desde San Luis de la Punta, invito a todo Cuyo, a unirnos para que la rueda comience a rodar. Que periodistas, medios de comunicación social, asociaciones culturales y folclóricas, se integren en la difusión y concreción de este objetivo.  

Que el proyecto sea una cabal demostración de amistad cuyana, para darle a la Argentina toda, un lauro cultural tan rico y especial.

¡Vamos por la tonada como Patrimonio Cultural Intangible o Inmaterial de la Humanidad!

SAN LUIS. Febrero 19 de 2020

mucha y buena educación

Se conoció días atrás, una resolución de ANSES por la cual ya no será necesario presentar el certificado de alumno regular a diciembre del año pasado para cobrar la ayuda escolar 2020. El cambio de este requisito obedece, según el gobierno nacional, al “contexto económico y social de emergencia”.

Son muchas las voces que se levantaron criticando esta medida y hasta la fecha no tengo conocimiento de algunas que la apoyen, al menos no a nivel de pensadores y analistas de la realidad nacional, de educadores.

Educación y emergencia económico – social

Ninguna emergencia de este tipo se resuelve mágicamente del día a la noche. Se necesitan años de  trabajo, de gestión gubernamental, de creatividad. Las que a su vez surgen de la mucha y buena educación que a lo largo de toda su vida reciben todos y cada uno de los habitantes del país. Porque de la mucha y buena educación surge la producción,  el aprovechamiento de los puestos de trabajo que se generen, el cuidado de la salud y de la alimentación; en fin, de la calidad de vida individual, familiar y social.

Las crisis llevan tiempo para resolverse, la educación necesita tiempo para que se adviertan sus resultados. Mucho más tiempo, cuando más altos sean los datos de deserción, repitencia, de falta de lectura comprensiva, de mal manejo de las matemáticas básicas para la vida diaria. Lamentablemente Argentina viene mostrando cada vez índices más alarmantes en esos ítems.

Resultados que nos obligan a profundizar las exigencias en educación. Cuando digo exigencias me refiero a las que mutuamente deben plantearse entre alumnos, docentes, directivos, familia, sociedad y gobiernos. No sólo  se trata de exigirle a los estudiantes, todos debemos exigir a todos.

Mucho más cuando sabemos que son varias las generaciones que vienen teniendo una pobre educación, por lo que muchos padres no están en condiciones de ayudar escolarmente a sus hijos y hasta podría decirse, que no tienen cabal conciencia de la importancia que tiene la mucha y buena educación para cualquier sociedad.

En un marco de emergencia económico – social como el que venimos sufriendo los argentinos y reconoce el mismo gobierno, debemos profundizar más las políticas educativas y las exigencias tal como las planteo. Los gobiernos, todos ellos, deben necesariamente corregir las carencias educativas mediante políticas activas, fuertes, persistentes para que todo argentino reciba toda la educación que su capacidad le permita, sin ninguna limitación social, económica o de otra naturaleza.

Una forma de hacerlo, la primera y elemental, es el exigir que niños y jóvenes concurran efectiva y regularmente a las escuelas.

Cuando regía la vieja y querida ley 1420, cualquier persona estaba autorizada para denunciar a los padres que no enviaban sus hijos a la escuela, los docentes recorrían su zona de influencia para asegurarse de que nadie en edad escolar se quedara en sus casas. Nadie se opuso a esa posibilidad de denuncias, que eran resueltas de inmediato por la fuerza policial. Así fue que esa ley, logró tanto.

¿Y ahora?

Con esta medida el gobierno nacional abandona su obligación de fomentar, acrecentar, asegurar la educación en los sectores más afectados por esta larga crisis económico – social. En lugar de darles las verdaderas herramientas para la superación, las considera superfluas porque no toma ninguna medida ante quienes, irresponsablemente, no envían sus hijos a educarse.

Para el gobierno nacional ¿qué es importante para que las familias superen sus problemas económicos? A mi juicio, según esta decisión, está expresando que lo necesario es el cobro de asignaciones sin obligación alguna. Lo que es una ratificación de políticas meramente clientelares corto placistas, compra votos, que puedo sintetizar así:

                        “Te pago algo, no te exijo educación, ni trabajo; solo votame.”

Los responsables

Una medida así es la expresión de:

       a* Ignorancia, de lo que puede hacer la educación en la sociedad, especialmente cuando hay crisis como la presente (y que viene de lejos)

       b* Insensibilidad humana, al permitir que vastos sectores de la sociedad no se interesen por educar a sus jóvenes generaciones, hipotecando el futuro patrio.

       c*  Politiquería de baja estofa, privilegiando el clientelismo electoral a corto plazo, en lugar de desarrollar acciones a largo plazo sostenidas en la mucha y buena educación.

Factores éstos que pueden darse juntos o por separado.

Un prestigioso educador expresó en un programa radial, que esta medida expresa una rendición gubernamental ante el ausentismo escolar.

Me permito disentir. No es una rendición, es una traición para con quienes dice defender- Les está diciendo que la educación de sus hijos no es importante, que puede postergarse.

Un país que  quiere resolver sus problemaa,  garantizando el bien común y la dignidad individual y social de su pueblo, no debe tener gobernantes ignorantes, insensibles o politiqueros.

Quizás…

              tantas voces en contrario hagan reflexionar al gobierno y revea esta decisión.

Ojalá así suceda, pero ya mostró, por ignorancia, insensibilidad o politiquería, cuál es su idea primera.

No va por ahí la solución de ninguna crisis.

SAN LUIS. Febrero 11 de 2020