SEGURIDAD EN EL CORREDOR VIAL

El Gobierno de la Provincia mantiene y aviva una larga pelea con el Gobierno Nacional con el que comparte un mismo  origen partidario, al que ambos  acuden para fundamentar sus actos mientras se miden quien es más peronista.  Bien sabemos que también tienen de común  eso de pisotear las instituciones, ir por todo, construir feudos  al tiempo que los jefes se enriquecen de modo inexplicable.

El nuevo campo de batalla entre el kirchnerismo y el rodríguez saaismo (hoy ejercido por Poggi) se da en el denominado Corredor Vial de la ciudad de San Luis.

Es probable que este Corredor Vial, una vez terminado y en correcto funcionamiento, sea una obra de utilidad, pero nació mal y no  sigue nada bien.  Veamos.

1* No se conoce un estudio de conveniencia o factibilidad de la obra, con los estudios usuales cuando hay seriedad y responsabilidad.  Simplemente fue un anuncio, con unas cuantas frases altisonantes; las que al ser dichas por el entonces gobernador Alberto Rodríguez Sáa, son repetidas y aceptadas por sus seguidores sin más. Por ser una obra de tanto impacto en el ambiente y en la vida misma del sanluiseño, debieron efectuarse audiencias públicas, para que se conozca, se analice, se corrija, etc. Nada de eso se hizo.

En algunas situaciones problemáticas pasadas, se comprobó que las obras avanzaban  sin planos. Lo que permite que se trabaje sin presupuesto, lo que puede provocar que la obra  se cobre y se pague  a tontas y a locas.

2* Este corredor  se hace  partiendo de una expropiación a terrenos de propiedad del Estado Nacional, mediante ley provincial.   Al dictaminar la Corte Suprema de Justicia de la Nación que esa expropiación fue incorrecta y que no debió iniciarse la  obra, no se necesita argumentar más acerca de ese origen.  No son necesarios demasiados argumentos sobre este error, está la palabra de la Corte.

3* Habrá seguramente un resarcimiento económico de la provincia hacia la  Nación por haber usurpado esos terrenos y construir sin permiso alguno. El fallo obliga a continuar  sólo las obras que den seguridad a los vecinos de San Luis, en vista de los muchos accidentes ocurridos, varios de ellos con dolorosas pérdidas de vidas humanas.

4* No se han hecho las cosas tal como la Corte lo ordenó. Y siguen los accidentes y las muertes.

5* Y mientras esto ocurre, se desarrolla  la pelea judicial entre la Municipalidad y la Provincia ante la Corte Suprema. Que vos tenés la culpa; no  que la culpa es tuya; que esto; que lo otro.

6* Y siguen los accidentes y las muertes mientras la papelería formal de los reclamos ante la justicia llevan el largo tiempo usual en estas cosas.

Así las cosas,  todo parece indicar que vale más la batalla judicial  que la seguridad y la vida misma de los vecinos. Se está dejando de lado un concepto fundamental que nuestros gobernantes debieran tener muy en claro.

Por ser la persona humana una creación divina dotada de dignidad, es principio, sujeto y fin de todas las instituciones sociales. La dignidad de la persona humana nos da la dimensión de todas las cosas. Nada que atente contra la persona humana puede ser bueno.

Es en  vano proyectar y hacer funcionar  una organización cuyo propósito, en el mejor de los casos, no fuera más que el de lograr un ordenamiento formal, mecánico y abstracto que no sirva o que dañe  las exigencias perennes de la naturaleza humana.

En este caso es en vano una discusión legal, mientras el origen de esa discusión esté causando la pérdida de vidas humanas. Es en vano y además,  criminal.

No es que pretenda que se abandone la búsqueda de una definitiva solución legal, que aclare, defina y resuelva este galimatías.  No cabe renunciar a la justicia.

Pero mientras eso ocurre, los responsables locales,  Municipio – Provincia – Empresa,  deben encontrar la urgente forma de sentarse a una mesa de diálogo y atentos a esa prevalencia de la persona humana por sobre las instituciones formales, resolver de una buena vez la seguridad en este Corredor Vial.

¿No hay capacidad ni ganas de hacer que funcionen a pleno los semáforos  en todos los cruces, sea quien sea el responsable?  ¿No hay posibilidades de cerrar en forma total los tramos no habilitados para el tránsito? ¿No hay posibilidad de acordar alguna forma de control por parte de la Policía Provincial y  Tránsito Municipal, para que se cubra en forma conjunta o alternada,  el control allí donde no hay semáforos? ¿Es más importante la pelea por el poder entre dos fracciones de una misma  fuerza política que la seguridad o la vida de los vecinos?

Un tema como éste requiere la intervención de un Defensor del Pueblo, el mismo que el vice Gobernador Díaz dijo hace poco, que no parece ser tan necesario.

No olvidemos, la persona humana  es necesariamente fundamento, causa y fin de todas las instituciones sociales. Si éstas le causan daño, como

está ocurriendo ahora, hay que ponerle coto y pensar en las personas, dar un ejemplo de capacidad de diálogo. Y resolver algo que no es tan  difícil.

O que  sí lo es, porque  para resolver hay que dejar de lado los fanatismos y las peleas por el poder.

San Luis – Mayo 30 de 2012