Objetivos claros

La consulta popular del 22 de agosto pasó y ya quedó en el olvido de las cosas innecesarias e inútiles, como  la calificamos en su momento. Pero algunas enseñanzas nos deja:

1* Quedó largamente demostrada la fuerte vocación  del Gobierno Provincial y de las expresiones partidarias que lo sostienen, por  hacer de cada elección una cabal demostración de fraude. La concurrencia de votantes fue tan baja como  difícil de disimular.  Tanto que el Gobierno debió conformarse con mentir un casi 70% de  concurrencia. Lejos, muy lejos de sus aspiraciones. Las cifras ciertas están  por debajo del  50%; con menos del  40% en la ciudad capital. Si a esto le agregamos los  votos por el NO, en blanco, anulados o impugnados; tenemos que más de la mitad del padrón no se tragó la trampa de la consulta.

2*  La mentira que tejieron no les sirvió para alegrarse demasiado tiempo. Porque esa misma noche comenzó la previsible locura de la violencia del discurso oficial y de la acción de unos pocos seguidores cegados por la obediencia u obligados por el aparato. A la prensa oficialista  se le hace cada vez más difícil encontrar líneas argumentales para defender o promocionar al gobierno, excepto la mentira o la calumnia. A 10 días de la consulta pocos la  recuerdan. El Gobierno no sabe cómo usar el  resultado oficial, porque ni ellos mismos lo creen. El desplante popular los tiene fuera de sí.

3* La incapacidad de gobernar, la carencia  de ideas y de políticas capaces de resolver la  problemática provincial y de crear trabajo real; es clara, fuerte y evidente.

4*  Ya ni el más obsecuente seguidor del Gobernador recuerda las mentiras de la campaña electoral del 2003. Los dos hermanos  la centraron en la inexistencia de desocupaAl poco tiempo aparece el Plan de Inclusión como poderoso remedio para  casi 50.000 desocupados.  Hoy nos dicen que esa desocupación fue obra de Menem,  de De La Rúa y de  Duhalde.  Pero, insistimos, en la campaña electoral, San Luis era otro país, no afectado por las políticas nacionales. Si alguien se olvidó de eso, nosotros no.

5*  Reiteramos los objetivos que le proponemos al pueblo de San Luis, que son los  de una vida democrática al servicio del Bien Común: nos interesan las elecciones legislativas del 2.005 y las generales del 2.007. Allí deberemos lograr la más alta confluencia de renovación dirigencial,  de ética, capacidad y vocación de servicio para cambiar el rumbo de la historia provincial.

Los futuros legisladores y  el futuro gobierno provincial  serán éticos y capaces o no serán.

Ya estamos en camino a esas elecciones, las verdaderamente importantes para nuestra provincia. Lo que hoy sufrimos es fruto del accionar de quienes entienden a la política como medio de acumular riqueza y poder. Esta realidad sólo podrá ser resuelta por quienes estén decididos a un compromiso político  militante y solidario, como servidores del pueblo.

Para eso hay que tener proyectos y coraje. Ese bagaje lo encontramos en la Doctrina Social Cristiana, fundamento de la Democracia Cristiana

San Luis. Setiembre 1º de 2.004