SAN LUIS: LA MEJOR ADMINISTRADA

Nuevamente la provincia de San Luis fue calificada en los primeros puestos en el Índice de Desempeño Provincial  (IDP) que elabora anualmente la Fundación Libertad, con sede en la ciudad de Rosario.

Ante el uso  propagandístico  que los gobiernos provinciales hacen de este índice, bien vale el querer saber más de la calificación y de los calificadores.Para lo cual consulté la publicación oficial de la Fundación Libertad.

Fundación Libertad.

Se dedica a la promoción y defensa de la libertad económica conforme las pautas propias del neoliberalismo. De ahí sus relaciones con  el Center  for  International  Private  Enterprise (CIPE) de los EEUU y la Fundación Internacional para la Libertad.  Integra  la Red Libertad para América Latina cuya misión es promover políticas públicas sustentadas en los valores de la libertad, la propiedad privada, la seguridad jurídica, la integración al mundo y la economía de mercado.

En Argentina ya  tenemos experiencia acerca de las prácticas neoliberales y de cómo influyen políticamente, incluso por métodos non sanctos,  como para  explayarme más en ese tema.

Desde esa concepción económica  es que la Fundación Libertad viene elaborando desde 2005 el IPD.

¿Qué es el IDP y qué estudia?

Este Índice de Desempeño Provincial se confecciona con la misma  metodología que emplea el Instituto Fraser de Canadá para mensurar la libertad económica en los estados (provincias) de Canadá y de los Estados Unidos. Este instituto es una organización  independiente dedicada a la investigación económica y social y promueve el direccionamiento de la atención pública al papel que tienen los mercados competitivos proveyendo al bienestar de la sociedad.

Las variables que se analizan para definir este IDP privilegian  la menor intervención posible del Estado y la mayor  actividad privada. Criterio que puede ser bueno para las grandes potencias económicas, pero no necesaria y totalmente en países como el nuestro, en el que hay muchos problemas socio económicos por solucionar y en donde nos falta el capital propio necesario para solucionarlas; con muchas de las grandes empresas y de la  banca de capital extranjero, que se guían por el mayor lucro posible y giran ganancias a sus países de origen, con lo cual los objetivos nacionales no suelen tener un lugar de privilegio en sus prioridades.

El IDP  se centra en lo fiscal, desde la idea fundamental  que la mayor intromisión del Estado en la actividad económica con más impuestos, más empleados públicos, más deuda y mayor gasto, obstaculiza el crecimiento de las actividades económicas privadas.

Variables que definen el IDP.

Se analizan  tres áreas a través de siete variables.

A* Tamaño del sector público:

.1 Gastos Corrientes / Producto Bruto Geográfico (PBG). Mide la relación gasto – producción (PBG).

 

B* Financiamiento del gasto público: indaga cómo se financian los egresos públicos provinciales, la participación de los recursos propios, presión fiscal, la existencia de deuda y el resultado fiscal.

.1  Mercado laboral: Mide la relación entre empleados públicos y población ocupada.

.2 Stock de Deuda / PBG. Considera el peso de la deuda en relación a su producto.

.3 Recaudación Tributaria Provincial / PBG.  Relación entre lo que se recauda y lo producido.

.4Resultado Financiero / PBG. Mide el déficit fiscal y su financiamiento,  por impuestos o endeudamiento.

 

C*  Mercado laboral.

.1  Empleados Públicos / Población Ocupada. A mayor número de empleados públicos,  mayor gasto  del gobierno provincial y su impacto en los recursos humanos para la actividad privada.

.2  Salario Medio del Sector Público / PBG per cápita. Se considera que mayores salarios públicos demandan mayores recursos del sector privado limitando la libertad económica;  pudiendo originar  un efecto desplazamiento desde el sector privado al sector público.

San Luis y el IDP.

Conocidos los alcances de las variables que definen el IDP, veamos qué muestra San Luis en las mediciones correspondiente a este año 2015.

Se destaca claramente por ser la única provincia sin deudas, un dato indiscutible y de mucho valor. En el futuro impactará muy favorablemente en este índice el fallo de la Corte Suprema que ordena a la Nación el pago de una deuda larga y justamente reclamada por la provincia.

A su vez es la segunda provincia con menor tamaño del sector público en relación al Producto Bruto Geográfico (PBG). También se destaca porque su superávit es el  segundo más importante del país.

La población de empleados públicos equivalente al 13% de la población ocupada,  ubicándose por debajo de  la media nacional  que es del 16,7%. En esa misma línea, el salario medio del sector público representa el 8,4% del PBG per cápita.

Finalmente la recaudación tributaria equivale al 22,6% de los ingresos corrientes.  Lo que evidencia la importante dependencia de los aportes del tesoro nacional. Aca también impactará la sentencia de la Corte Supema, ya que la devolución del 15% de la co participación incrementará el aporte nacional al presupuesto.

Otras variables.

La Fundación Libertad considera otras dos variables que entiende de interés. Ninguna está  incluida en los siete índices antes señalados, ni dice cómo intervienen en la elaboración de este IDP.

Inversión Real Directa / Gasto total.

Incluye nuevas obras de infraestructura y la compra de bienes de capital destinado a aumentar o reponer el patrimonio de bienes de capital del Estado.  En este rubro San Luis se destaca ocupando el 2º lugar en el total nacional.

Gasto en Personal / Gasto Total

Es una de las variables más sensibles para esta Fundación, por su rechazo a la cantidad creciente de empleados estatales ya que este aumento origina mayores previsiones presupuestarias.De acuerdo a este estudio San Luis es la provincia que menos aumentos hizo en gastos de personal.

 Algunas consideraciones acerca de los datos provinciales.

En el IDP 2015 San Luis figura en el segundo lugar con mejor comportamiento, lugar que ocupa desde hace varios años y siempre atrás de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires. Eso de que somos la provincia mejor posicionada es una verdad a medias,  ya que la CABA, siempre primera en esta calificación no es considerada provincia, aún cuando tiene la misma jerarquía y autonomía.

Este estudio se hace a partir de datos oficiales de ministerios nacionales,  INDEC y  organismos estadísticos provinciales. Sabemos bien los argentinos que las estadísticas oficiales no son merecedoras de mucha confianza, ya que están todas “corregidas”.

En lo que se destaca notablemente San Luis es en su cero endeudamiento. Mientras que su superávit es discutible porque no se logra con recursos genuinos, sino con la fuerte coparticipación nacional. Sólo el 22,6% de su presupuesto corresponde a recursos genuinos.

Cabe señalar que la provincia tiene un notorio  cuidado en las cuentas públicas, sin déficit y sin registrar atrasos en sueldos ni en la cadena de pagos. Situación y conducta muy poco frecuente en nuestra Patria.

San Luis se destaca en estos indicadores que usa la Fundación Libertad y está bien que así ocurra, aún con los errores o dudas que señalo,  pero son indicadores materiales y fiscales que no toman en cuenta lo humano. Por lo que puedo decir que el IDP es cuando mucho un índice incompleto, parcial y por lo tanto erróneo.

Hay indicadores de políticas provinciales que son gratos a los ojos neoliberales. Hay mucha inversión en infraestructura y en bienes de capital. Pero no se mide  la calidad de la obra pública ni sus reiteradas reparaciones que inflan artificialmente el monto en obras. No se mide la justeza de  los costos de las obras ni de compras que con frecuencia merecen el calificativo de excesivos.

No es posible conocer cómo se ha informado la cantidad de personal. Desde esta Fundación se ha dicho de la escasa planta de personal de la provincia, lo que hace pensar que no han sido informadas como empleados estatales quienes se desempeñan en la forma de pasantías, contratos, planes asistenciales, etc. Son muchos los casos de trabajo irregular que cohartan la seguridad laboral y la libertad de las personas atadas así al capricho gubernamental.

Del mismo modo, sabemos que los sueldos estatales (administrativos, docentes, profesionales y seguridad) no están entre los mejores del país. Estos bajos salarios y la falta de aportes jubilatorios en algunas formas de revista, se reflejan sin duda alguna en la buena ubicación que se le da a la provincia en cuanto a gastos en personal, sin considerar insisto, la cuestión humana.

No es difícil imaginar que la inexistencia de paritarias nace en estas ideas neoliberales que se concretan en la determinación unilateral de sueldos por parte del  Gobierno sostenido en mentirosas medidas del costo de vida.

Cuando el IDP compara salarios estatales y privados, ¿considera el trabajo en negro y las evasiones patronales?

Siendo que la Fundación Libertad promueve con tanta enjundia la actividad privada y el achicamiento del Estado, es difícil de entender cómo no advierte ni evalúa la dependencia de muchas provincias del aporte nacional.

No valora esta Fundación la cantidad y calidad de los servicios que presta el gobierno. En salud sabemos que faltan profesionales y hay localidades con escasos servicios, que en algunos casos se quieren suplir con tercerización. También en educación San Luis ha hecho punta en esto de tercerizar con estructuras copiadas y trasplantadas, sin que se haya logrado mayor calidad.

Recordemos que el Concenso de Washington señaló la conveniencia de que los estados se desprendan de los “gastos”  en educación y salud.

 

Estas consideraciones me permiten afirmar una vez más, que lo humano y la calidad de servicios claves como educación y salud son la variable de ajuste en el orden de las cuentas públicas y en el crecimiento material.

A modo de conclusiones.

Se nos mide y califica según  metodología de EEUU y Canadá; es decir en realidades políticas y  socio- económicas sustancialmente distintas. No advierten (?) que muchas de nuestras malas mediciones son fruto de políticas originadas e impuestas desde esos  países.

¿Miden acaso el deterioro de los términos de intercambio? ¿Los precios de nuestra producción impuestos desde ele xtranjero?  ¿La escasa ganancia que nos dejan las grandes explotaciones mineras a cargo de empresas extranjeras? ¿Los fondos estatales para solucionar el daño ambiental que causan?¿Miden la fuga de capitales privados?¿La dependencia tecnológica? ¿Miden  el incumplimiento privado a  leyes laborales que protegen vida y salud de los trabajadores?

Es muy dificil encontrar un gobierno del que se pueda decir que es absolutamente malo. Todos tienen méritos y desméritos. Así, en San Luis no se puede negar la transformación material de 1983 a la fecha; tampoco el orden de las cuentas públicas.

El neoliberalismo que crea estas mediciones no tiene para nada en cuenta el marco democrático y republicano, ni el grado de respeto a la constitución y las leyes,  ni el enriquecimiento de funcionarios, etc.

Por eso insisto en  que la gran deuda de este gobierno es en el logro del Bien Común, que no es una simple sumatoria de “bondades materiales personales”, sino la plena vigencia de todos los derechos en toda la población.

Ninguna provincia puede ser calificada como bien administrada con datos estadísticos dudosos, con  empleados precarizados, que maneja discresionalmente el presupuesto del que rinde cuentas en forma dudosa, con obra pública costosa por su mala calidad, cuyo presupuesto depende mayoritariamente del tesoro nacional. Argumentos estos dichos desde lo neo liberal. Mucho más fuertes son los argumentos provenientes de una concepción humanista y republicana.

San Luis se destaca en esta medición economicista con ideas y parámetros propios de otras ideas y culturas. Sin dejar de reconocer las mejoras materiales; no hay progreso  ni calificación neo liberal que valga, si deja de lado el considerar la promoción de la dignidad humana  y el bien común.

Buena administración y cuentas públicas cuidadas no son objetivos finales, sino los instrumentos correctos y necesarios para lograr los más altos niveles de humanismo.

Pero de eso,  el neoliberalismo no habla. 

                                                  SAN LUIS. Diciembre 3 de 2015