Obras hidroeléctricas

En su discurso inaugural del actual período de sesiones legislativas, el Gobernador Alberto Rodríguez Saa, señaló la necesidad de garantizar en el ámbito provincial la producción de energía suficiente para nuestra vida actual y nuestro desarrollo futuro. Preocupación e interés correctos y que no podemos menos que compartir.

Anunció así los proyectos de usina hidroeléctrica en el Dique San Felipe y la construcción de cuatros nuevos diques en los faldeos de la Sierra de Comechingones, que se ubicarían en Carpintería, Los Molles, Villa del Carmen y La Punilla.

Por experiencias propias y ajenas, del alto impacto que estas obras suelen producir en lo humano, lo social,  geográfico, lo ambiental, etc. No pocos desastres han ocurrido por no contar con estudios previos o por haberlos ignorado. Por no saber de la factibilidad y conveniencia de hacer obras e este tipo. Sin olvidar al desbande presupuestario en algunas obras por falta de proyectos previos que permitan conocer debidamente el terreno en donde se cumplen estas obras.

Usina en el Dique San Felipe

Anunció el Gobernador la instalación de dos generadores hidroeléctricos de 200KV en el Dique San Felipe; sin decir nada e la existencia de estudios que así lo aconsejen. Sabiendo de la poca altura del murallón, seguramente necesitará un elevado caudal de agua para funcionar. Y al no existir aguas abajo otro murallón que retenga lo que usen  esos generadores, esa agua se perderán. Y con nuestro escaso régimen de lluvias nos hace pensar que el funcionamiento de esos generadores, estará muy cerca de agotar las reservas del ese Dique nuestro.

Necesariamente el Gobierno debe efectuar, publicar y someter a la discusión en Audiencias Públicas esos estudios de factibilidad y los de impacto ambiental que una obra sí ocasionará. No debe avanzarse en esa idea, sin estar seguros de lo que se hace.

Dique en los Comechingones.

Cuatro nuevas presas ubicadas en el mismo faldeo son una muy fuerte intervención humana en una geografía de la que no estamos muy seguros que permitan una cosa así. En los últimos años nuestra provincia se ha visto afacetada por movimientos sísmicos que si bien no han sido de magnitud preocupante, sí lo es el hecho de que no se han sentido sino desde hace poco, lo que hace pensar que entramos más claramente en zona de peligro sísmico. Por lo que debemos tener muy en cuenta ese fenómeno.

¿Conocemos bien la geología de la zona afectada por esas obras? ¿Se han efectuado estudios que nos den las garantías necesarias como para confiar en esas obras una vez que estén hechas?

También aquí la Democracia Cristiana solicita  se hagan los estudios, que los difunda y que se abra una instancia de diálogo, estudio con la participación de instituciones y personas especializadas en estas cuestiones.

Prever el futuro.

No se trata de palos en la rueda a estas iniciativas. Se trata de no hacer correr peligros a nuestro pueblo, ni ahora ni en el mañana. Este Gobierno ha dado muestras acabadas de su capacidad para cometer errores en estas obras. No olvidemos lo que pasó en el dique sobre el Río Grande, ni mucho menos lo que hecho en el Dique Nogolí. Casos en que prevaleció la complicidad con una empresa mimada el gobierno, sin experiencia alguna en este tipo de obras, mucho menos para hacer también el proyecto.

No dudamos de la necesidad de las obras y adherimos en primer instancia a estudiar su realización. Pero abrigamos dudas en la forma en que éste Gobierno encara estas obras. Suele privilegiar sus  negocios antes que la calidad y seguridad. No nos encandila este Gobierno con la grandilocuencia que nos ofrece estas obras. Nos asiste el derecho y lo reclamamos para todo nuestro pueblo,  de participar en el conocimiento, estudio y discusión de la pertinencia, conveniencia, factibilidad y seguridad en estas obras.

SAN LUIS.  Mayo       de 2007.