NUESTRA EDUCACIÓN Y LAS PRUEBAS PISA

Se conocen los resultados de las pruebas PISA 2012.

Sobre 65 países que vienen  participando  en esta evaluación educativa, Argentina en el 2009 estuvo en el puesto 58; ahora en el 59. Dentro de los países  latinoamericanos,  Argentina se encuentra en el 6º puesto, atrás de Chile, México, Uruguay, Costa Rica y Brasil.  En el concierto internacional  Chile ocupa el puesto 51º y México el 53º, lo que indica la pobre situación e nuestra educación latinoamericana.

 Qué son  las Pruebas PISA

La  prueba se denomina  PISA por sus siglas en Inglés:  Program for International Student Assessment; en castellano  Programa Internacional para la Evaluación de Estudiantes.

Es confeccionada y aplicada en los países participante  por la Organización para la Cooperación y Desarrollo Económico (OCDE).  Es una evaluación estrictamente objetiva, no tiene en cuenta cuestiones subjetivas propias de cada país; pero aplica la misma prueba con los mismos criterios para todos.  Esta objetividad estricta ha sido motivo de duras críticas, entre las de Argentina.

 

Llas pruebas PISA:

  • Se diseñan y aplican por encargo y acuerdo de los gobiernos nacionales.
  • Se aplican cada tres años.
  • Examinan a  estudiantes de una determinada edad (15 años) y no de un nivel escolar específico.
  • Revisan  tres áreas:  competencia de lecturamatemáticas y ciencias naturales.
  • No  analizan los programas escolares, sino los conocimientos,  aptitudes y competencias relevantes para el bienestar personal, social y económico.
  • No miden  el mero conocimiento,  sino la capacidad de los estudiantes de poder entender y resolver problemas auténticos a partir de la aplicación de conocimientos de cada una de las áreas examinadas.
  • Buscan describir la situación de la educación escolar en un momento determinado de los países,  con miras a un diagnóstico que permita el  mejoramiento de la educación.

 

Argentina en las PISA

Nuestro país no viene bien ubicado en los promedios generales de estas pruebas. Más aún, viene en retroceso o sin cambios significativos.

Cuando se conocieron los resultados del 2009,  que nos ubicaron en el puesto 58º,  el ministro Sileoni, salió a descalificar las pruebas. Mientras que otros países tomaron ese dato para analizar, corregir, mejorar.

Cabe señalar que los malos resultados no son de responsabilidad de los  gobiernos nacional y provinciales del año en que se aplica la prueba, sino que son consecuencia de muchos años de una política educativa inadecuada o mala.

 

El relevamiento distingue niveles de rendimiento del 1 al 6: mientras el puntaje es más alto, mayor es la calidad educativa. La nota mínima estándar es nivel 2.

 

Como toda prueba de este tipo, las PISA pueden merecer objeciones; pero pintan un panorama,  nos dan un marco de referencia con otros, permiten comparar, atender las acciones que uno y otro país ejercen, constituyen un buen punto de partida para la autocrítica y para una política de estado a mediano y largo plazo.

 

Nuestros resultados 2012.

Matemáticas:

Mientras que el promedio para todos los países fue de 494 puntos, el de  Argentina llegó a   388 puntos (el mismo que en 2009). Promedio que significa que siete de cada diez estudiantes no alcanzan conocimientos básicos en Matemáticas. El 34,9% de los jóvenes se posicionan debajo del nivel 1 de PISA en el examen, y el 31,6% recién alcanza ese nivel.

Dentro de los países americanos Argentina está en el 6º lugar, atrás de Chile, México, Uruguay, Costa  Rica y Brasil.

Comprensión de Textos:

En esta área Argentina  registró una ligera caída respecto a 2009 (398 puntos) ya que en esta última prueba alcanzó un promedio de  396 puntos. El promedio internacional está en 496 puntos.

En el 2000, el 43,9 % de nuestros estudiantes se ubicaban por debajo del nivel 2, ahora ese porcentaje subió al 53,6 por ciento. Y sólo el 0,5% se ubica por arriba del nivel 5.

Se  reafirma la tendencia de que los jóvenes no comprenden lo que leen,  lo que configura el dato más desalentador del informe 2012.

En América Latina, nos ubicamos en el 7º atrás de Chile, Costa Rica, México, Uruguay, Brasil y Colombia.

Ciencias:

En Ciencias el promedio de nuestro alumnado llegó a los  406 puntos, mientras que el promedio internacional es de 501 puntos.

A su vez,  esta prueba del 2012 reveló que el 50% de nuestros  chicos se ubicó en el nivel 1 y por debajo de ese escalón.

Comparándonos siempre con los países latinoamericanos, en Ciencias nos ubicamos en el 5º lugar, atrás de Chile, Costa Rica, Uruguay y México.

Lo peor de todo  es que no hay estudiantes argentinos en el nivel más alto en ninguna de las áreas exploradas.

Los otros países

Siempre cabe recordar que no se evalúan los sistemas educativos, sino lo que los estudiantes pueden hacer y resolver a partir de lo que aprenden.

 

El ranking total  de las PISA 2012 lo encabeza China (Shanghai) con notoria  ventaja sobre el resto;  luego le siguen  Singapur, Hong Kong, Taiwán, Corea, Macao, Japón,  Liechtenstein, Suiza y Holanda.

Lo más curioso de esta última prueba es que Finlandia que se considera un modelo en  educación,  bajó de los primeros tres puestos al 12º.

Es sorprendente el avance de los países asiáticos, cuyos resultados van de la mano con su avance tecnológico-industrial-económico; si bien sus  sistemas  educativos son  calificados como extremadamente exigentes y rigurosos (crueles dirán algunos), muy alejados de nuestro actual paradigma.

EEUU  es otro de los países en franco retroceso.

¿Qué nos dicen estas PISA 2012?

Una de las lecturas que podemos hacer de estos resultados es que no basta sólo con aumentar el presupuesto a determinados niveles del PBI, ni con la construcción de edificios, ni con la cantidad de días de clases. Son esas cuestiones importantes, pero la clave pasa por lo humano.

Docentes y alumnos debe concurrir sanos, bien alimentados, felices y alegres de hacer esa tarea. No pueden esperarse buenos resultados cuando los sueldos no son buenos, cuando hay pocas vocaciones docentes, cuando gran parte de la sociedad no reconoce la verdadera dimensión que la educación en general y la docencia en particular revisten para la Nación; cuando prevalece la promoción de políticas clientelares en lugar de lograr que cada persona sea el artífice de su propio destino a partir del buen trabajo que alcance desde la  mucha y buena educación recibida.

Así como el ministro Sileoni critica la falta de un análisis subjetivo de estas pruebas, debiera aplicar el mismo criterio para las políticas que propone su gobierno. Y no limitarse a las acciones materiales y comenzar a dar prioridad  a las cuestiones salariales, de salud, alimentación, etc de todos los que participan de la tarea educativa. La educación es una actividad esencialmente humana y para mejorarla hay que darle prioridad a todo lo humano, por encima de lo material. Como siempre, nada hay –excepto Dios- por encima de la persona humana. Y  ésta, la persona humana, es la dimensión de todas las cosas. Es aquí en donde hay que hacer los profundos e imprescindibles cambios que requiere nuestra educación. Si bien la responsabilidad más grande es conforme nuestra legislación, de las provincias, una política de estado como la que se impone debe ser convocada desde el gobierno nacional de modo tal que garantice que todas las provincias puedan tener los recursos necesarios para lo que se haga en el futuro.

Tampoco cabe el pase de facturas entre gobiernos, ni entre fuerzas políticas. Mucho menos el querer sacarse el lazo de encima.

Una situación como ésta, que se viene expresando en las varias evaluaciones que se hacen de nuestros alumnos, exige una política de estado a nivel nacional, con el firme compromiso de todos los argentinos en una activa participación de aquí hasta el fin de los tiempos.

Hace años que nació en Brasil el Movimiento Todos por la Educación.  Lo comenzaron los empresarios y luego lo hicieron propio los gremios y el mismo gobierno de Lula. Hoy es una fuerte políticas estatal que está permitiendo el notable avance brasilero en todos los campos de la producción económica.

¿Alguna vez copiaremos lo bueno?

SAN LUIS. Diciembre 2 de 2013